domingo, septiembre 28, 2008

DIARIO DE UN JUBILETA 10: FIN DE FIESTA

El subtítulo guarda un doble sentido. Doy por terminadas las fiestas de Velilla y las comidas con excompañeros. No quiere decir que no vuelva a las fiestas ni que no vuelva a ver a los compañeros, ¡todo lo contrario!, pero por ahora basta. Comida el jueves en Alcalá con toda la curia del antiguo CAP. Falta Dori, la directora, que hoy domingo, se apresura en convocar otra comida. Acudiremos, Dori. Tarde repleta de sentimientos e impresiones sobre el nuevo estado de cada uno de nosotros: Leopoldo pasa a controlar las nominas de los maestros de la DAT Este. Roberto, Gabriel, Enrique y las Conchis, B y V, tan felices de volver al aula y rencontrarse con los niños. Julio también vuelve a sus instituto y es el único que protesta por el fiasco de cómo se ha deshecho algo que llevaba una buena labor, pero se ha encontrado un amigo en Alonso Guerrero con quien hablar de literatura y vida. Y continúan en el nuevo organismo con nombre reciente, y por ahora ignorado, Justo y José Luis. Félix también sigue en la misma historia. Fernando y yo hemos pasadoa mejor vida: nos hemos jubilados. Fernando me cuenta planes de futuro y me ofrece un empleo.
El sábado, bien temprano me llama Gabriel, al poco tiempo, Goyi. Acudo a la Casa de la Cultura de Velilla y las alarmas saltan. Se presenta la policía local y doy toda clase de explicaciones. Un poquito más tarde, a eso de las doce, reunión de la Asociación Comenius. Salen tres proyecto y una comida en el Hotel Velilla. Encuentro con Rafa Serrano y copa conjunta mientras hablamos de jazz y los hijos de Leopoldo. Paseo por la laguna de El Raso. Despedida y cierre. Cena familiar que para eso son las fiestas. Orquesta Santiago y la copa de rigor. Nadie me dice, ¡por fin! lo que tengo que hacer, a excepción de Toñi León que me recomienda que haga lo que me dé la gana a la hora que me apetezca. Le haré caso. Pero aquí acaba este diario del jubileta. A partir del lunes empiezo a buscar trabajo según la recomendación que hace un rato proponían los Mojinos Escocidos. ¡ A que no hay huevos!
Entra octubre y se acabó la fiesta. ¡Por cierto: me he acatarrado y es que a ciertas edades...!

martes, septiembre 23, 2008

DIARIO DE UN JUBILETA 9

Habrá que terminar la serie. Me había dado de plazo para ello el primer mes de la nueva era (el anglicismos es consciente), acaso lleguemos al capítulo diez, por aquello del número redondo, pero el tema se agosta. El manantial de las recomendaciones amaina el borbotón: cesan los consejos de "tú lo que tienes que hacer es..." No sé si será el comienzo de una buena época, tan emocionante y tan emocionada como la vivida hasta la fecha. Espero que sí. ¡Imposible vivir sin emociones!, pero tambien es época de relativismos y contrastes. Los libros andan por las estanterías y llaman a voce, manifestación abigarrada de personajes que encontraron autor y de autores que se encontraron y discutieron con sus personajes. Ambivalencias paralelas. Y música de fondo, violines que saltan, pianos sin cola, pianolas y saxofones con rastreo de escobillas sobre breves tambores que anuncian guerras calientes donde siempre ganan tantos cuantos se enzarzan en ellas. Los diarios- ¿hay algo más viajo que un periódico de ayer?- se acumulan, ya con el crucigrama relleno, en los bordes de las mesas y en las bolsas de plastico, listos para convertirse en papel reciclado en las impresoras bancarias que aspiran a ser menos cotaminantes. ¡La sosa no contamna! Y el cine envasado en distintos soportes: celuloide, vídeo, DVD, y la interminable serie de los bit juntando a tanta gente como la imaginación de cada uno de nosotros sea capaz de añadir. Y así, las charlas de café, las salidas al bar, los paseos y las comidas con los amigos ahora, en vísperas festivas, más frecuentes que cuando el invierno hiele los pies y aguce las nostalgias al lado de los tocones que arden en la chimenea...
--¡Camarero! OTRA COPA DE NOSTALGIA, POR FAVOR...

jueves, septiembre 18, 2008

DIARIO DE UN JUBILETA 8

La tardaza en volver por aquí, además de a la pereza que todo lo invade, se debe a mis múltiples ocupaciones y encargos. Veréis: siguen los consejos e incluso los deberes para que no me aburra. Os diré que mi hijo Juan se ha empeñado en colocarme de vigilante de obras. La cosa está mal por aquello del parón en la construcción y la crisis del ladrillo, pero con todas y con esas, sigue habiendo movimientos de tierra y camiones de graba en las carreteras. Bueno, pues os decía que mi hijo me encarga la vigilancia de obras y me ha regalado un chalelo butano fosforecente por aquello de la seguridad. Mi hija Beatriz, que el domingo pasado marchó a Ratisbona donde reside, me regaló un magnífico casco ajustable, también como medida de seguridad en este nuevo menester donde quieren colocarme...
Pero el día antes del domingo, lógicamente fue sábado. El sábado de la noche Balnca de Madrid- por cierto, mucha gente y mucho mogollón para ver cosas que se pueden ver cualquier domingo por la mañana. No me pillan en otra- Beatriz, mi mujer, y Beatriz, mi hija, y yo nos tomamos unas copas con Orestes y Pepa. Pepa andaba a vueltas con los EOEP. Parece que la causa de no haberlos cerrado es que los centros concertados de enseñanza han pedido a doña Espe pasta gansa para contratar a esos profesionales. Y como doña Espe no tiene un duro porque se lo ha gastado todo en hospitales sin médicos ni medios, para dárselos a las empresas sanitarias privadas, ha parado esta disolución. La disolución de los CAP fue por la misma razón: ahorro de 250 profesores. Es decir 250 interinos al paro...
Este paréntesis tangencial viene para contar que Pepa habla como una abogada sacamuelas: mucho y bien, consentido pedagógico. Y como buena pedagoga le interesa la investigación constante. En este contexto me encarga un trabajo detectivesco. Para hallar el cuerpo de la investigación pido ayudas a quien pase por aquí.
Se trata de encontrar un libro de Nestor Lujan, el periodista catalán que escribe de gastronomía, que trata sobre el conde de Veillamartín. Puede llevar el título "Las dos muertes del conde Villamartín", pero no es exacto. El libro lo publicó Espasa Calpe por los años ocheta y está totalmente descatalogado. Parece que pesa sobre él la misma maldición que sufrián los libros de un determinado autor en "La sombra del viento".
Si alguien me dice donde puedo encontar un ejemplar de este libro, que me lo comunique. Se lo tengo que regalar a Pepa a cambio de una cena...

jueves, septiembre 11, 2008

DIARIO DE UN JUBILETA 7

Ayer me llegaron tres programas de las fiestas de Velilla: uno por el buzoneo masivo, otro por el correo electrónico del Ayuntamiento y un tercero porel e-mail del PSOE. Como siempre las fiestas se dirigen a los viejos - porque ese eufemismo de mayores es un agilipollez ¿mayores que quien? ¿por qué no decir jubiliados si se quiere hablar de gente que ya produjo?- se dirige a los viejos con la famosa cena emocionante -lo sé por experiencia- para los ediles, pero un poco pasada de moda: los muy viejos no pueden acudir y los menos viejos no quieren ir aunque estén jubilados, porque prefieren cenar con sus amigos. Los tutes repetidos masculinos y femeninos: aquí no ha entrado la ley de igualdad ¿ O es que las mujeres juegan mejor al tute que los hombres y las tienen miedo?, ¿o es que como son -¿somos?- tan toreros pasa como en la fiesta que los hombres se niegan a torear con mujeres y las autoridades no les sancionan? Y a eso iba yo, a los toros, que no son a las cinco de la tarde sino a las once de la mañana los encierros y los días en que el común de los mortales trabaja: lunes y martes. ¿No sería cuestión de irse planteando un concurso de recortes - que tambien hay- pero no recorte de agilidad, sino recorte de reses, recorte de sangre, recorte de sudor y recorte de moscas. Segun José Bergamín eso son los toros: sangre, mierda y moscas.
Otra pregunta más ¿ Se ha pensado en guarderías para niños que permita a las mamás disfrutar de las fiestas? ¿O es que la compatibilidad familiar no alcanza a la agenda festiva?
Es lo que tiene esto de ser jubilita, que uno puede arremeter con too...

martes, septiembre 09, 2008

DIARIO DE UN JUBILETA 6

QUERIO DIARIO: ayer comenzaron las fiestas de la Virgen del Castillo en Cabezabellosa. ¡Ay las fiestas! ¡Cuántas nostalgias! Ya no recuerdo con exactitud cuando fue la última vez que estuve en la fiesta de septiembre, la fiesta de la cabra, en Cabezabellosa, pero hace muchos años. Posiblmente, cuarenta. Las fiestas entoces, suponían baile en el bar Finito con orquestas traidas de Plasencia, -Manolo Llamas, Marcelino y su trompeta, Pedro y su acordeón, Julio y su saxo- por la mañana, de once a tres, por la tarde de seis a diez y por la noche de once y media a tres de la madrugada. El baile de los casados. Los muchachotes, -mozos y mozas- bailábamos al son de los brincos con un sorbito de champáng, nos esforzábamos - sin conseguirlo, al menos yo- en seguir el ritmo roquero de Elvis, y esperábamos anhelantes a que tocaran boleros para las muñequitas lindas de cabellos de ébano. Y es que el amor que abrasaba los corazones y los pantalones nesesitaba del sudor de los besos robados al calor del bar Finito. La fiesta era eso: baile, roces, amor desbocado. De todo aquello queda vigente lo fundamental: la alegría, el anhelo del amor desbocado y los roces deseados y de vez en cuando un baile. La nostalgia y la realidad... Felicidades bellosos. Hoy ha llegado el programa de fiestas de Velilla de San Antonio.

domingo, septiembre 07, 2008

DIARIO DE UN JUBILETA 5

¡Bingo de fin de semana! : Marisol Villarrubia llama el viernes que vendrá a tormar el aperitivo el sábado y así lo hace. Marisol vivie en Manchester, Reino Unido, y trabaja en el instituto Cervantes. Ahora sigue un curso en Madrid. La converssación gira en torno a muchas cosas: la soledad del emigrante aunque sea de lujo, la nostalgia del sol, del amor y otras soledades y ¿cómo no? de la novela que ha escrito: "La puerta del purgatorio". En breve aparecerá en Tal Vez.
Recibo un correo de Violeta Díaz Corralejo y me cuenta el resumen de sus vacaciones. Hablamos con Marisol de Violeta y de su libro "Compos de avena" y de la afición de ambas por Dante.
El sábado por la tarde aparece por aquí toda la prole: Beatriz, Teresa y Juan. Vienen con deseos de qujedarse unos días. ¡Bingo familiar!
Este mismo sábado llega un correo de Leopoldo diciendo que el viernes tocaron su hijo Miguel y Rafa Serreno en Boggi Jazz. Le contesto con un suave reproche por no avisar con tiempo y responde que su hijo se vuelve a la Haya. Otra vez será.
Llega un comentario de Carlos Cruz a este diario de Jubileta. El dandy de Cadid me recomienda leer Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez. Le haré caso.
Ya en la noche salimos Beatriz y yo a tomar una copa al pub de al lado. Hay bingo. Pasamos de los cartones y charlamos con Juan Manuel Arenas que tiene novia nueva: Lourdes, hermana de Mery, uruguaya ...
Me recomiendan que me dedique a restaurar muebles antiguos... y digo quesí a todo.

jueves, septiembre 04, 2008

DIARIO DE UN JUBILIETA 4

Hoy con parquedad: me han ofrecido otros tres trabajos para no aburrirme:
1.- Asistir y participar en un curso de bonsais ¿ se escribe así? Esos árboles enanos y castrados. He contestado que en mi jardín cultivo una enciana, un roble, un gran cerezo, tres o cuatro lauros y la cosa ha quedado en la poda de las raices.
2.- Me ofrecen que puedo pintar la casa. La carcajada ha llegado hasta la laguna: ¡¡¡En mi vida he pintado nada!!!
3.- Me ofrecen vigilar obras. Ignoran o no han leido la entrada de ayer. El club de jubilitas estamos todos en obras.
NO. Aún no tengo perro. Ni paseo melancólico, ni llevo la vida del oso: comer y dormir, pero quiero que me dejen, al menos este mes, jugar tranquilo al solitario.

miércoles, septiembre 03, 2008

DIARIO DEUN JUBILETA 3

Ayer me fue imposible rellenar de experiencias este espacio. No porque no se produjeran sino porque el tiempo resultó escaso para llegar a esta tarea. La mañana se saldó con las rutinas de costumbre: despertar a las siete, preparar café, aseo personal, tomar café, subir cafe a mi mujer a la cama, tomar café, salir a compar el periódico y el pan, tomar café y llevar Beatriz al trabajo. Esta forma de obrar absolutamente repetitiva terminó a las nueve de la mañana a las puertas del metro de San Fernando de Henares. Hoy tocaba Ministerio de Agricultura Medio Ambiente y Medios Marinos (el nombre no es exacto auqnue se aproxima). Para llegar a este ministerio, en la plaza de San Juan de la Cruz, -el nombre nada tiene que ver con la mística de la plaza donde reinó una estatua de Franco hasta hace bien poco tiempo- se viaja por el metro Este hasta la Estación de La Peineta y allí se toma la línea que te conduce hasta Avenida de América. Nuevo cambio y el circular, linea 6, te deja en Nuevos Ministerios. Se baja por la Castellana y donde arranca Rios Rosas, está La Plaza de San Juan de la Cruz. Edificios altos y macizos de los treinta a cincuenta. En el Ministerio gestioné el encargo que me habían hecho, por aquello de que disponía de tiempo. En verdad todo fue bien en media hora había resulto el asunto. Pero ya eran las once y el periódico a medio leer y sin haber hecho el crucigrama. Me senté en la terraza de la cafetería Kon Tiki. Cafetería mítica de mis años jóvenes cuando me movía con regularidad por la calle Vitrubio. Quienes sean maestros o profesores de la pública y tengan cierta edad se acordarán de Bárcenas. Allí aparqué el café y me decidí por uno de esos refrescos energéticos tan en boga. Leí lo que me faltaba de interesante del diario y rellené el crucigrama. Las once y media.
Y comenzaron las llamadas: Gabriel quería agilizar la salida de los cuatro cuadernos que faltan de la colección Quatrivium, Pili Becerra me ofrecía las portadas de "101 dictados para piano", Noelia desde Sevilla se comprometía a agilizar trámites... Y Canales había llamado el día anterior dos veces. Lo llamé yo. Quedamos en Doctor Esquerdo esquina Sainz de Baranda. De nuevo línea de metro circular. Casi la una de la tarde, hora de los vinos. Nos contamos las experiencia de jubilitas. Llevamos los mismo días. A él también le han ofrecido cursos de historia, de macramé y de cocina creativa... Y él ha contestado que, como jubilado que es, lo único que desea es no hacer nada y, por encima de cualquiero otra cosas, que nadie le mande hacer nada. Que hará lo que le apetezca.
De tasca en tasca fuimos desgranando nuestras intenciones y proyectos inmediatos. Ambos coincidiamos en uno: meternos en obras en las respectivas casas del pueblo. Eso conllevará la ausencia deMadrid de dos o tres días a la semana, mientras duren las obras. Nadie se puede fiar de los albañiles.
Como caminábamos por su barrio los saludos se sucedían al compás de las chacotas algún que otro pitorreo y muchas risas. Estas culminaron el bar La Gamba. Allí nos juntamos con otros dos jóvenes maestros de nuestra edad. Estos pertenecientes a la enseñanza concertada y también jubilidos con alivio de luto. Verán: ellos han de acudir un día a la semana o una semana al mes o un mes al año o una hora al día a sus respectivos centros. Así completan su pensión. Los cuatro colegas pertenecemos al mismo sindicato. La conversación sabía tan rica como la fresca cerveza y la mañana perdía peso al compás de las cañas y la charla. Hicimos un respaso exahutivo de la educación en Madrid desde los años setenta hasta nuestros días: la temporada que hemos dedicado cada uno de nosotros a este menester.
Pero lo curioso fueron las ofertas de empleo que nos habían hecho. Los dos compañeros también tendría obras que vigilar: uno en Burgos y otro en Soria. Les mandaban a los recados como a los niños y se buscaban susterfugios. Uno de ellos paseaba unas medicinas para la tensión que se iban olvidadno en cada rincón de las barras que visitábamos. El otro se había dado de baja en FETE y se había afiliado a laUPA. Le vendría bien para vender unos melocotones y unas uvas que cultivaba en su pueblo.
Los teléfonos móviles echaban chispas: las disculpas las repartimos solidariamente y nuestras respectivas esposas, comprensivas las cuatro, hicieron con que nos creían. Eran las cinco y media de la tarde cuando llegaba a Velilla. Enciendí el ordeador para ver las portadas de Pili y mandar u e-mail a Gabriel y me encuentré al aparato invadido de troyanos que no me dejan trabajar. Sólo quedaba echarme la sieta y eso hice. Me desperté a las diez de la noche.

lunes, septiembre 01, 2008

DIARIO DE UN JUBILETA DÍA 2

Hace veinticuatro horas que estoy jubilado. Me llueven los quehaceres para que no me aburra. De antemano habíamos quedado hoy a la una todos los compañeros de trabajo para tomar una caña y contarnos las estúpidas y aburridas aventuras del verano, pero antes, por aquello de mantener las rutinas, había llevado a mi mujer a San Ferando. Fui, vine, aparqué el coche en la calle y encendí el ordenador. ¡Tengo toda la mañana para jugar al solitario! me dije. Decidí empezar por el Spider nivel 2. No había soltamo más de una baza y sonó el teléfono. Gabriel precuntando por el Quadrivium 03. Llamo a la imprenta. " Ya ha salido -me contestan- antes de las seis de la tarde lo tendrá usted". Le doy al Spider y salta el correo. Un mensaje nuevo. Marisol regresa de Escocia pasado mañana y le gustaría que tomáramos una cerveza y comentáramos la novela que me envió por e-mail. "¡Uff, me lamento, si ni la he abierto!" De repente me acuerdo que tengo que ir a correos a recoger una carta de Juan Gálvez. Aprovecho para desayunar en El Roció. Me siento en una mesa y una señora de ojazos perdidos y ojeras pronunciadas, pero elegante en el gesto láguido, me muestra el interior de su estructura. Uno, mirón por naturaleza, disfruta unos momento del paisaje. En la carta de Juan Galvez hay dos fotografías y unas dedicatoria. ¡ Y la historia a medio leer! ¡Y me falta por terminr de leer el trabajo de José Manuel.
Vuelvo a casa con el propósito de leer lo que me falta. Abro el ordendador y vuelvo a los juegos. Ahora a carta blanca. Son las doce pasadas. Me entra un hambre canina y aún no he hecho nada. Subo a la cocina y apenas arranco el canterón de pan, llaman al timbre de la puerta. Me traen los cuadernos de Gabriel. Los desato con la ilusión de la novedad. Todo correcto según lo enviado. Ya sé donde Gabriel le pondrá falta, pero es lo que hay. El catorce de agosto estaba yo en un hotel de Benabente corrigiendo este cuaderno a las tres de la mañana. Ahora que se conforme. Llamada a su colegio, Gabriel no está. Teresa, su mujer lo localiza. Es tarde. Salgo hacia Alcalá. Entrego los cuadernos a Gabriel. Enrique me recuerda que hay que hacer una asambela de nuestra asociación porque hay ideas interesantes que le ha contado Christian este verano cuando se encontraron en una gasolinera en la provincia de Burgos. No tomo más que una caña. No quiero cuentos con el alcohol y la conducción. En eso he madurado. Llego a casa. En el buzón la programación de las actividades deportivas del pueblo. Lo subo a la cocina. Beatriz prepara el gazpacho y me suelta que ya me tiene preparado un curso para mejorare mi rendimiento en la cocina.
--Me voy a tomar un vino en el Matra.
--Como quieras.
Ella sigue con la cocina. Vuelvo enseguida.
--Ha llamado Juan Antonio Canales.
--¿quería algo concreto?
-- Saludarte y ver cómo va eso de la jubilación.
-- Luego le llamo.
--Llamale pronto. Hay un mensaje de él a la una y media.
--No son horas, mujer, son las cuatro.
Siesta. Me levanto. Beatriz ha ojeado el propecto de activiades deportivas y ha encontrado tres cursos que pueden interesarme: uno de yoga, otro de aerovic y otro de musculación.
Le miro y digo: muchas gracias cariño. Por hoy ya tengo suficiente...