martes, septiembre 09, 2008

DIARIO DE UN JUBILETA 6

QUERIO DIARIO: ayer comenzaron las fiestas de la Virgen del Castillo en Cabezabellosa. ¡Ay las fiestas! ¡Cuántas nostalgias! Ya no recuerdo con exactitud cuando fue la última vez que estuve en la fiesta de septiembre, la fiesta de la cabra, en Cabezabellosa, pero hace muchos años. Posiblmente, cuarenta. Las fiestas entoces, suponían baile en el bar Finito con orquestas traidas de Plasencia, -Manolo Llamas, Marcelino y su trompeta, Pedro y su acordeón, Julio y su saxo- por la mañana, de once a tres, por la tarde de seis a diez y por la noche de once y media a tres de la madrugada. El baile de los casados. Los muchachotes, -mozos y mozas- bailábamos al son de los brincos con un sorbito de champáng, nos esforzábamos - sin conseguirlo, al menos yo- en seguir el ritmo roquero de Elvis, y esperábamos anhelantes a que tocaran boleros para las muñequitas lindas de cabellos de ébano. Y es que el amor que abrasaba los corazones y los pantalones nesesitaba del sudor de los besos robados al calor del bar Finito. La fiesta era eso: baile, roces, amor desbocado. De todo aquello queda vigente lo fundamental: la alegría, el anhelo del amor desbocado y los roces deseados y de vez en cuando un baile. La nostalgia y la realidad... Felicidades bellosos. Hoy ha llegado el programa de fiestas de Velilla de San Antonio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, todos es esperar y tener paciencia,parece que a los que seguimos tus aventuras de jubileta se nos han acabado las recomendaciones que hacerte, nos has ganado por la mano y parece que entre amigos, literatura y fiestas tienes cuerda suficiente sin necesidad de encargos ajenos.
besos

Anónimo dijo...

Pedro: soy Emilio te felicito por tu jubileta. invierte en tiempo de disposición al enfrentamiento diqalectic Un abrazo muy fuerte de los que no tenemos trabqajo ni dinero