EL MISTERIO DEL COCHO III

A la búsqueda de la zagala objeto de esta intriga se une Luz y pregunta al municipal, pero no debe de haber encontrado a Plinio. Plinio, el jefe de los municipales de Tomelloso, nunca hubiera contestado ese "¡Algo habrá hecho!", que conlleva una acusación sin pruebas como la existencia de las armas de destrucción masiva. Plinio creía en la inocencia de cualquier sospechoso mientras no se demostrara lo contrario.
Kety, igulamente intrigada por el misterio del cocho, apunta la posibilidad de avisar a Petronilo Marcelino Tardón y Luz opina que ese tampoco no lo sabe. Pero el problema es otro. Petronilo Marcelino hace tiempo que desapareció de Velilla y nadie sabe con exactitud donde encontrarlo. Si alguien lo encuentra vagando por alguno de los sitios habituales para él,que avise: Cine Doré, Circulo de Bellas Artes, Café Central y en ocasiones por laGlorieta de Bilbao.
Pero yo puedo ofrecer algunas pistas más. Para los cabalistas: la suma de los números de la matrícula del coche es 104. Los dígitos son todos impares, y las letras son el paradigma de la incógnita. El coche está matriculado en Madrid.
Para los curiosos: anoche me contaron en otro bar que la zagala objeto de investigación pitó a los guardias porque tenía prisa. Eso demuestra que es poco prudente.
Para los mecánicos: ayer por la tarde el panarra y otro vecino observaron mientras tomaban un cerveza en el Matra, que bajo el coche cepado había agua, como si perdiera por algún manguito.
Para los que sacan conclusiones: en ese mismo momento un zagal objeto de multa, reculó a la velocidad que la daba su vehículo hasta pasar rozando el mercedes varado. Un viejo se asustó. El zagal objeto de discusión ni se inmutó. No había guardias...