Es viernes, como queda dicho antes. Vuelvo de Alcalá donde, después del trabajo, cada viernes trabajamos en nuestro particular seminario. Hoy no faltaba nadie. Teníamos hasta ponentes. Leopoldo y un socio suyo, que según Leopoldo cocnoce a toda la gente de todos los sitios porque en todaspartes dispone de un cuañado o una cuñada o una cuañada de la cuañada del cuñado segundo... A saber que con esto de la famlia extensa uno se pierde... La compñía exquisita y la fiesta asegurada. Con la musica de samba que nos ha puesto fernadno y la magia de Julio dando vueltas. Pero, aunque increible, soy prodente y no tomo más de dos vinos, la carretera es loca y este mañana, para llegar al trabajo y diseñado un nuevo mapa, subo al coche y llego a Velilla por Loeches.
Ni meto el coche en el garaje. Tengo un buen aparcamiento en frente de casa y par aun día que lo encuentro, lo aprovecho. Entro en el Matra. Allí un hombre de Ibernando me saluda muy atentamente. Le acompaña un muchacho joven: debe andar por los veinte. He de contar la historia suscienta de este hombre porque tiene su curiosidad: en este mismo bar dice un día que ha comprado tres cabaras. Yo me intereso por el asunto y le pregunto que donde las tiene y el se escapa por donde puede. No quiere localizarlas. Le suelto una conferencia sobre cabras y campanillos. SE nota que no sabe mucho. Por aquello de contextualizar el asunto y demostrar que no hablaba en vano, salgo del bar, entro en mi casa, busco la zumba y me presento con ella en el bar. hay comentarios para todos los gustos. Desde los carnavales a otros menos sutiles.
Pasado algún tiempo este hombre me comnenta que el es extremeño y de Ibernando. Le pregunto por Lola, la alcaldesa que tambien es del mismo pueblo y por supluesto salen en la conversación los Cercas, tanto Alejandro, el eurodiputado, como el de los soldados de salamina.
Pasados algunos meses Javier Cercas publica un extenso artículo en El País justificando su novela. Su padre, de derechas, había hecho algo parecido en Ibernando a lo que cuenta en el libro. Y ahí comienza la discordia. Parece que no salvó a todos sino a quienes eran muy amigos suyos y poco comprometidos. Esa es la versión de Lola. Pero este hombre que quien nos interesa me pide el artículo. Tiro pocos periódicos para cabreo de mi mujer, pero a este le tocó el contenedor. No le puedo satisfacer al hombre. Ahí había parado nuestras relaciones auque seguiamos encontrándonos en el bar y bebiendo juntos algún que otro vino.
Pero hay viernes me salñuda más efusivamente y me presenta a su hijo. A quien después de las cortesías propias pregunto:
--¿Y tú a qué te dedicas?
--Yo soy poeta -mesuelta sin más ni más.
Nunca había recibido una contestación así y ataqué
--¿Pero vives de ello?
Nada tímido, jovial y dicharachero continúa:
--No pero pienso hacerlo. Por ahora solo publico en e Internet.
Me todmo el vino y le regalo dos libros mios: "El viaje sentimenta a los cinco lugares" y "Los trastos".
Quedamos en vernos.
Continuará este poeta en el bar...
2 comentarios:
pedro: soy emilio ortega te he escrito dos comentarios pero no aparecen en tu blogs. Espero que este sí hazme alguna referencia para saber que he acertado aunque sea la décima vez que lo intento. si es así seguiré haciendolo. Tus comentarios los leen tus compañeros a traves de nuestra página. medebes uno a mis ¿poemas? te acuerdas?. Un abrazo amigo
joder pedro no se como hacerlo.!!!
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