INTENSO FIN DE SEMANA

El Mercadillo en Ahigal cubría las estrechas calles con toldos improvisados por los mercaderes. Los mercaderes reales y esperanzados ofrecían sus mercancías procedente del oriente próximo y lejano. Habían acudido también comerciantes del este de la peninsula de pelo negro y lutos eternos, egipcios o gitanos parece que les llaman. Había mujeres con el pelo cubierto por pañuelos y otras con melenas negras recogidas en moño. También ofrecía quesos, jamones, bacalaos y pollos asados villanos de las villas vecinas. Al mismo tiempo los frutos del campo sandias, melones, patatas, pimientos, tomates, se alineaban bajo los improvisados y ordenados puestos. El alguacil recorría cada uno de ellos recabando el diezmo para el municipio.
No es un mercadillo ficticio. Es el mercadillo de cada domingo se extiende en Ahigal, que junto con su feria semanal de ganado, reune a toda la gente de la comarca.
En esta estábamos cuando alguien entra y avisa de la enfermedad de una niña de diez meses. El calor es insoportable. En cinco minutos una ambulancia se abre paso en la marabunta anterior. El médico desencajado abraza a la pequeña y la introduce en el coche sanitario. La estabiliza en el centro de salud local y diez minutos después hay una UCI móvil a la puerta. El médio advierte a la madre y avisa al padre que, si es posible vaya delante al ambulancia y si no, que vaya detrás pero nunca más cerca de doscientso metros por si hay que parar en el acto. La ambulancia sale hacia Plasencia. El padre y este servidor de ustedes van el el coche delante de ambulancia. Veinte minutos más tarde llega el coche con la niña. La ingresan. En veinte minutos más la niña ya ha sdio sometida a un analisis de snagre, un TAC y a un electro cardiograma. La niña está bien: un ataque de calor la ha llevado al borde de no conocer la vida. ¡¡¡ENHORABUENA POR LA PROFESIONALIDAD Y EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE LA MEDICICNA PUBLICA EN PLASENCIA!!! ¡¡¡Gracias al empeño y profesionalidad de los médicos y sanitarios!!! La niña es Silvia y es sobrinita...
A las ocho de la tarde la niña jugaba como si nada hubiera pasado. Veinticuatro horas de hospitalización y obsrvación. Hoy martes, el alta.
Mientras, muere Maxi, un amigo afectado de la enfermedad que el calor le ayudó a marcahrse...
Agetreado fin de semana.