martes, agosto 26, 2008

AGOSTO SE AGOSTA

En el campo agostarse una cosa es secarse, socarrarse, quedarse sin vida, agotarse. Agosto se socarra y socarra. Hace un calor impropio. De ordinario este final de vacaciones se acompaña de algunas nubes y lluvias impertinentes. Este año el calor perdura junto a la cola del mes y acompaña el sol tórrido al aire acondicionado de los bares y a las tertulias de las terrazas nocturnas. Pasa la gente, los hombres con pantalones cortos, las mujeres con vestidos ligeros y se habla de todo. Entre estos todos me he encontrado con J.M. Camisón. En la librería que han abierto en Ahigal ha dejado un par de libros. Uno es de poemas, el otro un ensayo sobre El Jarrampla. Camisón, profesor de la Universidad de Extremadura, sabe de los mismos avatares que los demás para publicar sus obras. Después de conocerle compro el libro sobre El Jarrampla. Me llama la atención el personaje: alguna vez hablé sobre el mito de San Sebastián. Es el mimo mito. Habla de otros mitos como el San Antonio o el de Los Santos Niños. Podría citar más escritores extremeños condenados al ostracismo, pero será en otra ocasión. Tal vez en un ensayo sobre los escritores de baja estopa. El título no es peyorativo, sólo descriptivo de cómo nos consideran los editores.
El Quijote se ha convertido en cibernauta por obra y gracia de una paisana de Dulcinea. Los cuentos de la abuela son así.
En Extremadura semo´s asina...

2 comentarios:

Kety dijo...

Hola Pedro, y de qué manera. ya no se si son alucinaciones mías, veo a don Quijote por todos los blogs.

Un abrazo

Ele Bergón dijo...

Hola Pedro.

El que parece que no se socarra es ese tal Don Quijote, enamorado del la moza del Toboso y que unos días de agosto ¿cuántos? se fue por ahí a caminar. Nada cuenta Cervantes del calor ni del frío, ni la lluvia, el viento o el granizo. Ni si las uvas estaban ya maduras o no .

Por cierto en este "calentón" quijotesco del verano tú también tienes algo de "culpa" por dejar escritas tus interesantes ideas.

Espero verte pronto por Velilla. En la plaza podemos hablar de los escritores de "segunda fila".

Besos.