MAYO DEL 68

Ele Bergón pregunta en su blog ¿y tú qué hacías en mayo del 68? y la pregunta, que hoy me la volvió a formular por teléfono, la contesto aquí.

Terminaba magisterio en Cáceres. La excursión de fin de carrera fue por Andalucía. En Cádiz vi por primera vez el mar, un barco cargado de ingleses a quienes reclamos Gibraltar y les cantamos el "La la la" que había ganado con la voz de Massiel en Eurovisión. También vi a Mariví por primera vez en bañador. Me enemoré de ella. Pasamos los cinco días tonteando y, paseando por el barrio de Santa Cruz de Sevilla, nos cogimos de la mano. El olor de los naranjos, de las rosas, el olor de Sevilla nos condujo a un primer y único ¿unico? Sí, unico beso. Por entoces yo aspiraba a estudiar periodismo y ella me puso en contacto con su amiga Amalia Sánchez Sampedro, ahora conocida periodista televisiva. Amalia y yo nos escribimos durante los tres años siguientes y nos conocimos en la Escuela Ofiacial de Periodismo de donde salimos con el carnet en la boca en el 70. Eran aquellos tiempos. Fraga mandaba.

Después de la excursión, en Cáceres, mientras esperábamos el examen de reválida, - así eran las cosas- Marivi y yos nos veíamos casi todos los días y asistimos juntos con otros condiscípulos al estreno de "El planeta de los simios". En aquella ocasión ni nos tomamos de las manos. Habiamos terminado todos los exámenes con éxito. A Maraví no la he vuelto a ver. Amalia S. Sampedro me comentó un día tomando un café en el Gijón que andaba por aquí en Madrid, trabajando de maestra.

La misma noche que Mariví se quedó en Cáceres yo tomé un tren hacia Cabazabellosa. Todavía funcionaban los ferrocarriles del Oeste. En el tren me topé con una panda de curillas que regresaban a sus casas después de tres años de asusencia, ya vestidos con sotana. Eran mis compañeros de bachillerato. Belisario me prestó su sotana y yo le invité a un cubalibre en Plasencia Empalme, hoy estación de Monfragüe. También le enseñé un cuento existencialista que había escrito aquella primavera. Me bajé del tren en Villar de Plasencia. A Belisario, aunque nos escribimos con frecuencia, no le he vuelto a ver desde entonces...

Aquel verano supe, a través del ABC y del HOY lo que pasaba en Vietnam y lo que fue la primavera de Praga. Un día, mientras yo recgía los cagajones de las bestias en la fuente de los prados, tio Cirilo me preguntó que qué pasaba en Vietnam. Se lo conté como pude. En el examen de ingreso en la Escuela de Periodismo de la Iglesia me salió el mismo tema. Para redactarlo me acordé de lo que había contado en circunstancias tan disímiles. Aprobé. Podía contar más cosas... pero me salen éstas... Entonces tenía 20 año...