La escusa más tópica de la huida de casa siempre se ha presentado como salir para comprar tabaco. Esta noche no había necesidad de huir, pero sí de comprar tabaco. Resultado: después de un día de "Pitanza", nombre, al parecer, más políticamente correcto que el de la matanza, con todo lo de familiar y clánico que encierra el concepto, salgo a comprar tabaco. Entro en dos bares: en uno el ambiente me parece tan sin sentido, que huyo. Entro en otro bar. El ambiente tan caldeado que sólo provoca el salir huyendo. Es decir, en vez de huir de casa, uno se refugia en casa... La contradición.
Se podía hablar de más asuntos: Solidaridad Internacional, el encuentro con los compañeros de partido, la percepción de las diversas realidades, las pintadas sin resolver o resueltas, los comentarios de otras entradas..., pero se me ocurren estas.
3 comentarios:
Es cierto que todo el que fuma cuando sale de casa siempre va a comprar tabaco.
Por curiosidad ¿qué excusa tienen los que no fuman?
Respecto al ambiente es mejor...refugiarse en casa.
No es mala idea, blogueas, -aunque hay poco que bloguear-,
pones tu blog al día, reflexionas...
¡ay cosita linda mamá..! Un abrazo
Una lástima que los estancos no abran por la noche, mejor; uno de guardia cómo las farmacias.
Así no habría que soportar el mal ambiente de los bares, y los humos, tener que tomar una cerveza sin ganas, hablar con quien no te apetece, el jaleo... y todo eso, sólo por un paquete de tabaco. ¡Por Dios, qué cruz!.
¿Qué te parece la idea?
Anda, anda... que te pasa cada cosa, ahora te has convertido en "refugiado" en tú misma casa, aprovecha y contesta de vez en cuando a los comentarios.
Hasta otra, P.
Publicar un comentario