jueves, mayo 03, 2007

DIAS TRANQUILOS EN LA VID...

El título imita al de Herry Miller y sus "Dias traquilos en Clichy". Quienes conozcan Paris sabrán que Clichy es un barrio situado al norte de la ciudad que, por ponernos en Madrid, situariamos en Cuatro Caminos o Tetuán. Sin embargo, los días tranquilos de La Vid nada tienen que ver con los del libro del amigo de Nin, lo digo por los músicos- Anaïs Nin era hija de Andrés Nin. La Vid es un pueblo de colonos. Algunos - más de uno- cuando han muerto sus padres, aún habiendo vivido en La Vid, han optado por la incineración y el desparrame de cenizas en el embalse de Linares, muy cerca de este nuevo pueblo. Las razones son las de siempre: uno es de donde pace y no de donde nace, pero quiere dejar los desperdicios o las ganancia donde se criaron -el mito de volver para contarlo. Pero si el pueblo es eso, también es mucho más. Hay un solo bar que lo atienden alterntivamente un padre y una hija. El padre empeñado a recobrar la memoria a través de fotografías de niños que fueron a la escuela en Linares, y la hija que está a la última de la literatura que se lee, intentamantener la vida en el pueblo. Se demuesta una vez más que la literatura y el vino nunca han sido enemigos, a pesar de que digan que hay que permanecer todo en perfecto estado de revista militar: no beber, no fumar, mantanerse sano, y obedecer.
¿No os suena la canción?
Los días tranquilos en La Vid han consistido en viajar con amigos de más de media vida -toda la vida adulta- a un lugar que no coniciamos. Haber paseado, haber reído, haber comentado, y haber quedado tan satisfechos que comenzamos a preparar otro viaje cuyo destino es tan incierto como la propia existencia. Dentro de lo descriptible, La Vid es un monasterio de frailes discretos y acogedores cuya filosofía la tomaron de su propio fundador San Agustín "tolle et lege": toma y lee, y así leemos en un sobre de azucar del café de por las mañanas lo siguiente: "Esta bebida de Satanás es tan deliciosa que sería una pena dejarla para los infieles... Deberíamos echar de ella a Satanás y convertirla en una bebida cristiana mediante el bautismo". Papa Clemente VIII, siglo XVI (Sic)
Pues eso, que cualquier bebida, no dice cual, sólo es necesrio bautizarla - ¡al vino no, que ya lleva agua!- y disfrutar de ella, pero por extensión, se puede intuir que tambien se admite la comida, y bien sabido es que la lengua es el órgano más útil de los eres humanos. Sus múltiples usos, innecesaria la enumeración, la reconocen como versátil e imprescindible no sólo para cada uno de los idiomas que enriquecen la palabra, sino también, como el órgano donde los sabores, lo olores, los tactos, los sonidos y la vista se concreta. El ansia del sabor confundible con el ansia de saber o al revés, convertir el saber en sabor, pero simpre la lengua.
PD: Ya irremediable esta post data pues Luz ha entrado antes de yo haya colgado la entrada y ha hecho un comentario. ¡Eso es seguimiento, sí señora! Quería añadir que el Monasterio de la Vid está muy cerca de Aranda de Duero y de Pardilla, pueblo de nacimiento de Luz. La bibliteca tiene muchos libros y muy mal ordenados y no dejan tocarlos. La biblioteca se parece a la de la novela El nombre de la Rosa: se evita encontrar el libro de la risa o cualquier otro libro. Los frailes no se interesan por moverla y menos en que la conozcan los visitantes. Tres intentos, tres, como las llamadas de los toros, tuvimos que hacer hasta que conseguimos visitarla. Un grupo escogidisimo fuimos los afortunados. Allí no hay lugar para portugueses, por ejempo, mientras los portugueses de Coimbra, - eso si es una biblioteca la de la universidad- te cierran la puerta y puedes quedarte en ella toda la noche y cacharrear con los libros. Hay opiniones para todos los gustos. Las escaleras, Luz, me gustan las que suben, aunque me axfisie por el tabaco, no las que bajan. Sólo me gustan los sótanos que rebosan vino y libros que sepuedan leer...

1 comentario:

Ele Bergón dijo...

Conozco muy bien el Monasterio de La Vid, pero lo que siempre pido cuando voy, es visitar la biblioteca. !No te puedes ni imaginar la cantidad de libros que tienen allí y lo interesantes que son¡ También me gusta bajar por la escalera de caracol del siglo XIII. La próxima vez que vayas me lo dices, pues conozco al abad el Padre Luis y tengo enchufe en ese monasterio.