jueves, diciembre 24, 2009

ENTRAÑABLES DÍAS

En estos entrañables días, propicios para reñir con los cuñados, los hermanos, los coñazos de los sobrinos, los cariñosos suegros, los primos lejanos, y de más familias que piden una oración por tu alma, aparecen amigos que se escondían detrás de cualquier aliem. Por Ahí han aperecido Emilia Paternostro, Evi Koutentaki, amigas conocidas en esas estepas europeas, Pedro Emiliano Eduardo Talaván, bisnieto de mi tío Vidal que emigró a la Argentina en los años veinte del siglo pasado, además de otras conocencias, encuentros y desagravios procedentes de todas las edades y lugares: Gijón, Alicante, Granada, Cadiz, Burgos, Salamanca, Cáceres, Alcalá de Henares e incluso de Cabezabellosa. ¡Qué viejo es uno! YO NO SOY MAYOR SOY VIEJO, y con cuanta gente se ha tomado vinos. Pues hoy uno más: y además con los vecinos portugueses: Jermano, Fatima, Carmo, la gente de Murcia, Almería, Francia y el que quepa: un buen champang francés, buen cava catalán, buen chacolí vasco, buen rioja, buen rivera, un poquito de alvariño, sin olvidar el de Toro, la mancha, jumilla, el condado, las vegas del guadiana el somontano o el pitarrilla de mi suegro. Pues eso: hasta mi amigo José Luis Buján se ha bebido sin pestañear esta mañana un vaso de agua. El bar de los Romeros aplaudió. Y después dicen que esl pescado es caro...

2 comentarios:

Manuel Díaz dijo...

Qué día tan bonito, con familiares, allegados y acoplados.
En estos temas vinícolas hace poco estuve en el centro neurálgico, en Logroño, visitando una de sus bodegas. Supongo que conoceras las Bodegas Franco-españolas donde se hace el Rioja Bordón o el Diamante.
¡FELIZ NAVIDAD¡

Santiago L. Legarda dijo...

Feliz año nuevo, Pedro. Que la salud nos acompañe para seguir disfrutando de todos los vinos de todas las cormarcas de España y, si aún nos quedan fuerzas, de todas las comarcas del mundo. De los familiares también disfrutamos lo que podemos, aunque para mí las fiestas navideñas siempre acaban produciéndome la sensación de que uno se siente atrapado por una marañana de compromisos, convenciones y otros grilletes, de los que no puede escapar. Pero en medio del desastre sueño que soy como un pájaro de los poemas de Luz sobrevolando los tejados blancos de las aldeas perdidas y sintiendo el calorcito del vino extendiéndose por las alas. Un abrazo. Que el amor por el vino y por nuestro idioma nos ilumine durante los próximos doce meses.