Son las doce de la noche. Termina el día y comienza otro. Treinta años han pasado desde que me entrevisté con el guerrillero asturiano Mata. Nadie sabe nada de él. La memoria histórica no existe. Me persigue el espirituo del maquis, no lo puedo evitar. Los recuerdos infantiles regresan inapelables. He leido esta noche la entrevista de la cual casi ni me acordaba. Se publicó en la Revista "PERSONAS" se debería leer. Pero me siento aún más emocionado porque he habalado con Asturias esta noche. Tierra desconocida y temida. Mi hermana, mi unica hermana, anda por allí. Florencio, mi sobrino, mi hermano, hijo de mi hermana, hermanos en el tiempo, ha leído lo que El País publica sobre Juan Antonio Canales. Emoción a tope. La copa de güisqui a esta hora disminuye. Juan Antonio, mi hermano de alma, presenta lo que siempre supo hacer: arte. Tan pocos días hace que presentamos la idea ya desarrollada: siempre lo mismo enesañar y dar confianza. ¿Como contar esto a quién piensa en los calcetines que le prestó el profesor de baile? Tres cañas son suficiente para un día, pero aún esperan cnciertos de jazz en cualquier café de Madrid. Suena la música en itliano " oh belloa ciau,ciau, ciau, ciau... y l a montaña". Asturias patria querida... y ¿Cómo no ? la marsellesa: "Allons enfants de la patrie..." y el mientras tanto de los italianos, que sólo se acordaban de "I l manifesto" y no de la profundidade de "el mientras tanto." La vida siempre es un mientras tanto... Mientras tanto estemos vivos somos coetáneos y contemporáneos con posibilidades de encontrarnos, discutir, abrazarnos, odiarnos,criticarnos y procrearnos, pero por enciema divertirnos, como ahora me divierto escribiendo estas chorradas....buenas noches...Pedro M. Talaván.
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